La Humanización de las personas hacia las mascotas (perros, gatos, entre otros)

¿A qué se debe esta humanización de las personas hacia las mascotas (perros, gatos, entre otros)?

Desde los inicios de las civilizaciones humanas, las mascotas (entre ellos perros y gatos) y los humanos han tenido una estrecha relación de cariño y lealtad, prueba de ello están diferentes restos arqueológicos en distintas partes del mundo, donde se encuentran los restos de las mascotas muy cerca a sus dueños.

Sin embargo existe una tendencia en los últimos años a “humanizar” o “antropomorfizar” a las mascotas, es decir intentar tratar a los perros como personas, celebrarles sus cumpleaños, llevarlos a sesiones de spa, acupuntura, masajes, vestirlos como personas (sombreros, accesorios para su cabeza innecesarios, entre otros), llevarlos al restaurante, etc.

Darles nuestro cariño es primordial para su desarrollo, ellos necesitan sociabilizar, correr, jugar, sentirse libres, darles lo necesario para cumplir sus necesidades básicas (hambre, sed, sueño) y estar vacunados, para que tengan un óptimo estado de salud.

• ¿Acaso se está buscando reemplazar algo?

La humanización de las mascotas, suele presentarse en personas con una gran sensibilidad, que pueden haber pasado por situaciones difíciles (duelo, rupturas sentimentales, entre otros) y pueden presentar carencias afectivas en su grupo familiar y/o social, desplazando el afecto de un familiar, amigo o pareja, hacia la mascota dándoles el afecto que no le pueden brindar a las personas, los tratan como les hubiera gustado tratar a sus seres queridos, o como hubieran querido ser tratados.

En los últimos años el déficit de relaciones interpersonales, ha favorecido esta tendencia, ya que, si bien es altruista en el ser humano brindarles cariño y cuidado necesario, todo exceso es negativo.

• ¿Hasta qué punto se convierte en algo no saludable?

Se convierte en algo no saludable, cuando estas actitudes afectan su salud física y emocional.  Si no permitimos que socialicen con otros canes, le afecta negativamente su calidad de vida, generando episodios de estrés, ansiedad y/o agresividad.

Por ejemplo, si lo llevamos en un cochecito como un bebé, impedimos que realice ejercicio físico, que corra, salte y juegue, los perros tienen instintos, como el de exploración el cual debemos respetar, además afectamos su salud física, volviéndolos propensos a tener sobrepeso u obesidad.

Incluso podemos generarles un apego excesivo, y cuando no ve al dueño sufren de ansiedad por separación, con el cual la mascota empieza a destruir objetos en la casa, vomitar, o realizar sus necesidades en espacios que no se le han enseñado.

• ¿Cómo podemos reaccionar si nos damos cuenta que nosotros o alguna persona cercana a humanizado demasiado a su mascota?

Si nosotros tenemos dudas que podemos estar humanizando y sobreprotegiendo a nuestra mascota, tomar conciencia, y hacer un acto reflexivo si las conductas que tenemos son positivas para nuestra mascota o van a tener efectos negativos.

 Frente a una persona cercana podemos brindarles un consejo sano de apoyo y enseñándole a tomar conciencia de ciertas actitudes innecesarias del ser humano, que le hacen daño a si mismo y a las mascotas, orientándolas a saber que es lo que necesita la mascota y que puede ser dañino, sobreprotegerlos o tratar de extinguir sus instintos naturales, producirá efectos negativos. Esto debe ser dado sin una crítica, ya que las personas reaccionarían a la defensiva o negando estas actitudes.

Asistir a una ayuda profesional en conjunto con médicos veterinarios y psicólogos ofrecerán las orientaciones necesarias para las pautas que mantengan un bienestar emocional y físico adecuado tanto para las personas como sus mascotas.